¡Estaba ahí…en la feria!

Al principio esperaba un desmentido que estaba seguro que iba a llegar, porque la información tenía unas incoherencias que a cualquier profesional no le pasan desapercibidas; más bien pensé que se trataría de algún tipo de estafa y que, de inmediato, alguien de la Agencia Tributaria saldría a desmentir la información. Pero no, parece que es cierta. Funcionarios de la AEAT reparten diligencias por varias casetas en la feria de Málaga, entre ellas la de un sindicato que debe considerarse intocable, lo cual le proporciona argumentos para construir una delirante teoría conspiratoria.  En cualquier caso, como diríamos por aquí, me parece que la cosa “tiene tela”.

               ¡Tanto tiempo oyendo hablar de ella y sin poder encontrarla! Claro, está bajo el agua, como su propio nombre indica: economía sumergida. Y así, ver quién es el guapo que le echa el ojo. Hasta que, por fin, una decidida actuación de la Agencia Tributaria ha desentrañado el misterio y puede que haya sentado las bases para el principio del fin de esta crisis. Leo (Sur, 16- 08) que la Agencia ha enviado efectivos, “inspectores de Hacienda”, al Real de la feria para que visiten casetas y pidan libros registro de IVA y otras formalidades de las que exige nuestro sistema tributario. ¡Ya era hora! Alguien debería haber adivinado donde estaba la raíz del problema: en la feria de Málaga.

                Estamos viviendo situaciones esperpénticas  en muchos campos, pero esta rebasa, a mi juicio, todo lo imaginable. Vivamos la situación: Caseta a tope, sudor, vino y raciones de calamares. De fondo, Diana Navarro. “Niño…dos de Cartojal y tres cervezas”. –Oiga ¿El encargao…?

-¿El de la esquina? Mire, que yo soy inspector de Hacienda.

– ¿Cómo?

– Qué sí, que de Hacienda

– Me faltan dos medias de boquerones y tres de puntillitas. ¿Y qué pasa?

– Que me tiene usted que dar el 036

– ¿Qué 036 ni qué leche? ¿Eso qué es?

– ¡El alta, que si no “te vi a meté” un paquete que te enteras!

-Pero ¿Qué alta ni qué niño muerto? ¿El alta en dónde? Tortilla de papas, dos tintos de verano y otro Cartojal, con tres vasos. ¡Niño, baja el altavoz que no escucho ná!

– El alta de Hacienda, que me da la impresión que andáis en negro más que el que vende las  gafas de sol.

– Pero, yo aquí no tengo ná de eso.

– Pues te la has buscado

– Seis cervezas, me siguen faltando los boquerones. ¡Qué bajes el altavoz te he dicho! Pero  ¿me `quié usté´ decir de qué va esto?

– ¡De qué s´acabao el cachondeo! Aquí  ¡a contribuir! Y si no, te vas a enterar.

-Te he dicho tres vasos pa´l Cartojal…Si esto es así, aquí alguno acaba camino del Carlos Haya.

                 Repito, me quedé esperando el desmentido por no pensar que ya hemos  perdido totalmente los papales. No obstante, por si acaso es que hemos decidido iniciar una lucha decidida contra el fraude hago alguna sugerencia, por si pudiera ser de utilidad. En Internet pueden ver las cuentas anuales de muchas grandes empresas. Vean en sus cuentas de resultados el tipo efectivo que pagan del Impuesto sobre Sociedades. Solo tienen que dividir el importe  de la casilla “Impuesto sobre Sociedades” entre el de la casilla de “Resultado antes de impuestos” y multiplicar por cien. Luego compárelo con su tipo medio en el IRPF, el suyo de usted y le aseguro que la acidez de estómago está garantizada. Hace un tiempo tuve ocasión de ver, por motivos profesionales, la cuenta de resultados de una filial española de una importante multinacional farmacéutica. Importante, repito. Me quedé de piedra. ¡Casi ganan menos que yo!

                 Y si quiere seguir luchando contra el fraude en todos  los frentes, denuncio: en los alrededores del mercado de El Palo se ponen todos los días vendedores de chumbos, seis un euro, que tienen toda la pinta de no haber presentado nunca un 036. ¡A por ellos! ¡Manda huevos! Que diría don Federico.

Rubén Candela Ramos

Delegado Autonómico de la Asociación Española de Asesores Fiscales

Publicado: Sur/ 20-08-2012