Insensateces – Cierre de Nissan en Cataluña
Pienso que la bisoñez, no quiero creer que haya otra explicación, de la mayoría de los ministros del Gobierno tal vez no les permite ver la repercusión que en la opinión pública pueden tener algunas declaraciones inoportunas, cuando no tremendamente dañinas. No voy a referirme a las múltiples declaraciones contradictorias dichas con relación a la pandemia, que ya habrá quien las analice, sino a algunas relacionadas con el ámbito económico. Yo, como economista, puedo escribir artículos opinando sobre ciertas cuestiones de ese ámbito y en ocasiones, seguro que a menudo, puedo estar equivocado, pero es evidente que la opinión de un modesto economista de provincias no trasciende la vuelta de la esquina, no así la de un ministro no solo por su cargo, que también, sino porque si anuncia una barbaridad, posiblemente tenga capacidad para llevarla a cabo, lo que es más de temer.
La más extravagante tal vez haya sido la de nuestro paisano, el señor Garzón. Riojano de nacimiento pero vecino de Rincón de la Victoria dijo unas sandeces sobre el turismo que han llevado a que en su pueblo se le pida la declaración de persona non grata. Pese a su condición de economista tal vez ignora que el turismo es la principal actividad económica del país con un 14,6% del PIB; que da empleo a 2,8 millones de personas o que aportó a la economía nacional en 2018 la friolera de 176.000 millones de Euros en un país cuya balanza comercial ofreció ese mismo año un déficit de 34.221 millones.
Un tiempo atrás la ministra de Transición Ecológica también se cubrió de gloria con unas declaraciones sobre que “el diésel tenía los días contados”, provocando una incertidumbre que hizo caer las ventas en un sector que no anda precisamente muy boyante: la automoción.
Y en esas estamos cuando Nissan anuncia el cierre de sus plantas en Cataluña y alguien sale amenazando con nacionalizar la empresa ¿Eso qué significa? ¿Es el equivalente al “Exprópiese” de Chavez? ¿Expropiación con justiprecio o simplemente confiscación? Sigamos así, a ver si animamos la inversión extranjera. Además no estarían nacionalizando la empresa, estarían “nacionalizando” unas naves industriales y unas instalaciones cuya necesaria readaptación para el producto que allí se pudiera producir lo encarecería todavía más.
Por si no lo han notado, todo el sector de fabricación de automóviles tiene instalada una sobre capacidad de producción, dada la caída generalizada de ventas en todo el mundo. Nissan en concreto está teniendo problemas serios en los últimos ejercicios ¿Creen ustedes que si esas plantas fueran rentables las abandonaría? Pues si para Nissan, que sabe fabricar coches, no lo son ¿quién va a hacerlas rentables? ¿El vicepresidente segundo del Gobierno?
Recuperemos la cordura que bastante tenemos por delante con lo que se nos avecina como para andar haciendo el ganso.
Rubén Candela Ramos
Asesor fiscal| Economista
Publicado: Diario Sur | 07-06-2020